Reseñas: Fantasmas de Dolly Alderton

 

¡Hola Tranceros! Bienvenidos a una nueva reseña en el blog, el día de hoy hablaremos de una novela bastante interesante que aborda el tema de las relaciones interpersonales hoy en día, específicamente pasados los 30, una etapa por la que muchísimas mujeres pasan (y uno que otro hombre también), sin más hablemos de Fantasmas de Dolly Alderton 

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¿De qué trata este libro? Nuestra protagonista es una chica de treinta y pocos años que se encuentra en búsqueda del amor perfecto, evidentemente usa las herramientas que tiene a su alcance (apps de citas), lo cuál no sé hasta que punto es acertado, para conocer a un chico que parece ser tooodo lo que ella busca, y en medio de su idilio romántico…el desaparece. Así es, esta es una novela sobre el popular suceso del Ghosting. Y digo que es una novela sobre ello porque, aunque tenemos de fondo diversas situaciones, como la enfermedad degenerativa que sufre el padre de la protagonista, la novela decide centrarse en lo triste que es que una persona se desaparezca de tu vida y lo difícil que es encontrar el amor hoy en día, especialmente si eres una persona de más de 30 años, exitosa y divertida. ¿Quieren saber más de esta peculiar historia?

Con este libro estoy en esa delgada línea entre odio y gusto, amor no, porque la novela tiene elementos interesantes y el mensaje que pretende dar es importante pero creo que no lo hace de la mejor forma posible. Para comenzar tenemos a Nina, mujer de 30 y pocos años, escritora gastronómica exitosa, amiga querida, hija amada y soltera, a pesar de todo lo anterior dicho la novela da mucho peso en la última palabra SOLTERA, Nina parece sentir la presión de tener pareja, casarse, tener hijos, casa, perro, auto y todo lo que la sociedad defina como éxito a su edad, especialmente porque todos sus amigos, su ex novio (quién también es su mejor amigo) y su entorno parece estarse casando, teniendo hijos y viviendo vidas felices mientras ella y su fiel amiga Lola son las divertidas solteras que aún no logran encontrar a un maravilloso hombre. Todo esto cambia cuando Nina conoce a Max, a través de una app de citas tipo Tinder, y comienza un romance que va viento en popa, almas gemelas en pocas semanas, sexo desenfrenado, y justo cuando ella (después de un par de meses) comienza a vislumbrar la boda y el nombre de sus hijos. ¡Pum! ¡Vuelta a la realidad, Nina! Max le hace Ghosting (para quiénes no saben, este término se refiere a cuando alguien desaparece de tu vida sin darte una explicación, especialmente se usa dentro del contexto en que son pareja o están por serlo y la persona susodicha te bloquea, deja de responder tus mensajes o desaparece de redes sociales. No es Ghosting si te dan una explicación, si es tu ex y no quiere saber de ti o si te terminaron y eres un pesado que esta ruegue y ruegue, es que no haya explicación de por medio. ¿Ok?). Y Nina, como la mujer exitosa y empoderada que es, se trauma y comienza a cuestionarse las relaciones actuales, ser mujer en la treintena, la inmadurez emocional de los hombres (vaya novedad), y a traumatizarse con odiar a toda la gente a su alrededor que está casada, está por casarse y que tiene hijos, tachándolos a todos de aburridos, hipócritas, y el mal de la humanidad.

¿Ya entienden cuál es mi problema con este libro? El mensaje que podría haber dado la autora se ve desvanecido por la pésima actitud de su protagonista. A ver, el amor hoy en día es difícil, eso es verdad, pero también es cierto que tenemos muchas herramientas para poder aprender a mejorar en esos ámbitos, tenemos más información de “red flags” que nos alertan de quién no relacionarnos y vivimos en una época en que el amor no lo es todo y donde se le comienza a dar peso a otras cosas igual, o más, importantes como la salud mental, el amor propio, la autorrealización, la maternidad deseada, las relaciones consensuadas, etc. Hoy en día somos más libres de elegir relaciones más sanas, pero también de elegir la soltería como camino en la vida, tenemos la maravillosa libertad de ser más selectivos de con quiénes decidimos relacionarnos y eso, a mi parecer, es maravilloso. Es cierto que aún hay que combatir muchísimas ideas insanas respecto a la soltería, especialmente del lado de las mujeres pues en los hombres (aunque sí que hay presión social) es mejor visto un hombre de 40 años soltero que una mujer de la misma edad soltera (ya saben, “solterona”, “indeseable”, “fracasada”, “amargada”, etc.). El libro lejos de ayudar a vencer estas ideas las refuerza a través de una protagonista a la que le va mal en el amor y que prefiere desquitarse criticando a sus amigos casadas/en relación o con hijos, como si fuera algo malo. Elegir estar soltera y elegir casarse es igual de válido, cada uno encontramos la felicidad en distintos lados y debemos respetar las decisiones del otro, si yo estoy casada no tengo derecho a ver a una mujer soltera como un “ser inferior” porque no sé si esa persona es feliz así, del mismo modo que ser soltera no me hace mejor o “más inteligente” que una mujer en pareja o casada, y este libro tiene ese fallo, al menos para mí si es un fallo tremendo pues, además, tanto Lola como Nina parecen desesperadas por un hombre y llega un momento en que es incómodo de leer como quieren tanto enamorarse que se meten con la primera persona que se les cruza y creen que eso es amor. La novela en ningún momento llega a la conclusión de que el amor propio es lo más valioso y que las personas van y vienen en la vida, nosotros siempre permanecemos con nosotros mismos y tener una sana relación interna es súper importante, creo que si Fantasmas hubiera tenido esa conclusión habría sido una novela fantástica y una gran recomendación, pero al haber seguido el camino de la dependencia emocional y hacerlo ver como “algo normal” me perdió totalmente. Aún así hay que admitir que la historia tiene sus momentos brillantes y algunas reflexiones interesantes, hay temáticas delicadas que se abordan y que me habría gustado haber explorado más, sin embargo creo que es una novela entretenida que falla en el mensaje que pudo transmitir y que se queda solo en eso…entretenida.

¡Felices Lecturas!