¡Hola Tranceros! ¡Por fin se nos
terminó la semana! Y en mi caso estoy emocionada porque hoy comienza
la FILIJ (Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil) e iré a
varias presentaciones que me interesan y de las que les contaré más
en otra entrada ;) Pero ya saben que los viernes me gusta
compartirles una opinión manga, y de hecho había pensado dejar de
hacerlas porque son de las entradas menos leídas pero según la
encuesta de IG y FB ustedes quieren que las continué :V, y hoy
hablaremos de un manga que esta a punto de terminar, una historia de
amor, fantasía y ¿Yukais? Hablemos del tomo #17 de Black Bird de
Kanoko Sakurakoji
¿De qué trata este manga? Misao es
una chica que toda su vida ha tenido la capacidad de ver espíritus
de Yokais lo que ha provocado que sea solitaria y aislada de los
demás, el único amigo que ha tenido es un chico llamado Kyo quién
tuvo que irse lejos cuando ambos eran niños pero le dejó la promesa
de regresar y reclamarla como su esposa. Cual es la enorme sorpresa
de Misao cuando, al cumplir 16 años, Kyo regresa y revela su
secreto, él es un Tengu (una especie de espíritu cuervo) y Misao es
un ser humano especial al que los Yokais llaman El Fruto Sagrado,
¿Qué significa eso? Que si un
Yokai bebe su sangre, logrará sanar sus heridas, si comen su carne
vivirán para siempre y si se casan con ella traerán prosperidad a
su clan. Misao y Kyo han tenido que superar una cantidad increíble
de problemas como ataques constantes de los demás clanes de Yokais,
incertidumbre acerca de sus sentimientos, incertidumbre por el futuro
pues aunque se dice que el registro del fruto sagrado (el “documento”
que hace una compilación de que pasará con el fruto sagrado una vez
se una al líder Yokai) advierte de un enorme peligro para Misao pero
no sabes que peligro pues solo se tiene la mitad del registro y la
otra mitad esta perdida, enfrentamientos familiares y mucho más,
pero en el tomo anterior parecía que por fin habíamos pasado esa
etapa y el drama ya se había acabado llegó una revelación que
pondría el mundo de Kyo y Misao de cabeza: Misao esta embarazada.
Suena como una buena noticia, y de hecho ellos se ponen súper
felices al principio, pero todo se vuelve en una pesadilla cuando,
por fin, se enteran del escrito final de registro del fruto
sagrado...una vez que Misao de a luz y agote toda su energía vital,
ella morirá, igual que lo han hecho los pasados Frutos Sagrados
quiénes cumplen su propósito de dar prosperidad al clan dándoles
un heredero. En este penúltimo tomo nuestros héroes luchan contra
el tiempo con tal de encontrar una cura que logre salvar la vida del
bebé y de Misao, al tiempo que viven al máximo lo que podrían ser
sus últimos momentos juntos...
Ya les había
comentado que mi experiencia con este manga ha sido un sube y baja de
emociones, pues comencé feliz de la vida con la historia y ahorita
ya me encuentro en un estado de ánimo más...conflictuado pues la
historia tiene elementos que me gustan y que disfruto mucho pero ya
me siento cansada, parte de la culpa de esto es de Panini por volver
el manga bimestral y hacer que todo el hype se me viniera abajo, y
aparte la trama del manga ya se siente tediosa, creo que todo el
drama del embarazo de Misao era innecesario y realmente podríamos
haber prescindido de esto y vivir la mar de felices, me siento ya
cansada de la actitud inmadura e infantil de Kyo, de las lágrimas y
debilidad de Misao y realmente los únicos que me siguen interesando
son los personajes secundarios, particularmente los 8 Grandes, y el
morbo de cómo van a salir de este mega problema (aunque viendo lo
fácil de adivinar y predecible del argumento asumo que Misao se
salvará y todos terminarán felices o algo así). En cada reseña
manga digo esto y lo repito, es bien difícil hacer reseñas de tomos
así pues siento que me repito como loro en cada entrada y que no
termino de transmitirles bien mi sentir. Primero hablemos de lo bueno
y bonito de este tomo...Ver a Misao más fuerte y con más voz es
agradable, aún sigue siendo la señorita lágrimas que llora a la
menor provocación pero también tiene más voz que antes y más
valor al defender sus ideales, por otro lado me gusta ver la
interacción de los demás personajes con la pareja principal pues
ver a Sagami consolando a Kyo es una forma de adentrarnos más en la
dinámica del jefe Tengu y sus guardianes, todo esto se agradece.
Ahora vamos a lo malo, primero hablemos de lo lenta que se ha vuelto
la historia y es que literalmente en este tomo y el anterior ¡No
ocurre nada! Son solo Kyo y Misao sufriendo en este valle de lágrimas
llamado vida mientras esperan/sufren la llegada de su bebé y se
atormentan pensando que ya no estarán juntos...a lo mejor ya soy una
amargada pero esto me resulta súper cansado y no me dan ganas de
seguir leyendo pero si terminare la historia, pues solo queda un
tomo, y en cuanto termine el manga les traeré una opinión más
profunda sobre si vale la pena o no leer Black Bird.
En resumen, el
tomo 17 del manga Black Bird es más de lo mismo, un tomo innecesario
que se salva por pequeños momentos pero que en general falla
muchísimo y nos deja decepcionados, estamos a punto de terminar esta
historia y espero, de verdad espero, que todo mejore...
-Kyo y el gas...es que ese hombre no
aprende X´D
-Kyo jardinero-mata-flores me encanta y
creo que es una buena apología a su personalidad, puede llegar a ser
tan sobreprotector que literalmente asfixia a Misao :(
-Kyo me cae bien pero echa a perder las
cosas tan fácilmente, tomando decisiones por Misao y tratando de
protegerla sin escuchar lo que ella quiere >_<
-El amor que se tienen Misao y Kyo más
que “bonito” es obsesivo, a Kyo le importa un cacahuete la vida
de su hijo y que crezca sin padre con tal de seguir a Misao a la
muerte :/
-El último tomo va a estar cardíaco,
me preguntó en qué terminará está historia...
¡Felices Lecturas!
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