¡Hola Tranceros! Ya les prometo que está es la última
reseña, al menos de esta semana, pero ya sacando esta me regularizo con todos
los pendientes que les debía y podemos continuar felizmente con nuestra
programación regular (Lunes de Noticias, miércoles y Viernes de Reseña). Hoy
quiero hablarles de un libro que me dejo muy sorprendida y que se ha vuelto de
mis favoritos, para ser sincera tenía miedo de que no me gustará o se me
hiciera pesado, pero resulto ser una maravilla y un viaje a tierras orientales,
acompáñenme a explorar “Grandes Pechos, Amplias Caderas” de Mo Yan
“Grandes Pechos, Amplias Caderas” es una historia cruda que
a veces llega a niveles insospechados de crueldad humana tanto así que esta
novela llego a ser prohibida en China gracias a la realidad tan dura que
mostró. La historia nos lleva por un viaje de más de 800 página que al
principio cuesta enganchar, de hecho, hay que poner un poco de fuerza de
voluntad para continuar leyéndolo, pero cuando te sumerges de lleno te das
cuenta de la grandeza del autor. Seguramente se están preguntando de que habla
este libro, podríamos resumirlo en un tema, la opresión y crueldad hacia las
mujeres durante tiempos antiguos que se dio en China, relegándolas al nivel de
meras sirvientas y contenedores de bebés. Sin embargo, la obra va más allá pues
también es una crítica a la sociedad, al gobierno e incluso a las propias
mujeres.
A través de estas páginas vamos a conocer la historia de la
familia Shangguan quienes viven en un condado de noreste de China denominado
como Gaomi (que, además, es el pueblo natal del escritor) y seguiremos a esta
familia desde que inicia la segunda guerra mundial hasta los años 90´s y todo a
través de un personaje que será lo más cercano a una protagonista: Madre. Desde
el inicio de la historia Mo Yan ya advierte que no será fácil, pues tenemos a
Madre (quién de hecho se llama Shangguan Lu) la cual, y en paralelismo con la
llegada de los japoneses y el inicio de la Segunda Guerra Mundial, entra en
labor de parto de su octavo bebe, la pobre mujer ha tenido solo niñas por lo
que es vista, por la familia de su esposo, como nada más que una carga y un
mero estorbo que solo trae niñas al mundo para ser más bocas que alimentar. En
la cultura china una niña no representa nada para la familia porque ellos
sienten que no les pertenece pues al crecer se irá a formar parte de la familia
de su esposo y adoptará el apellido de él, por lo que no perpetua el nombre de
su familia de nacimiento y solo es una boca que alimentar hasta que se va, por
el contrario, los niños representan esperanza para la familia en cuestión pues
ellos perpetuaran el linaje y el apellido, además de que verán por sus viejos
padres en el futuro. Regresando a la historia, Madre da a luz a dos bebés, una
pequeñita sin nombre que solo es referida como Octava Hija y un varón el cual
es llamado Jintong, el cual resulta ser un chico obsesionado con los senos
femeninos, que se alimenta de leche materna hasta buena parte de la
adolescencia y que llega, incluso, a tener pensamientos eróticos con los pechos
de sus hermanas, esto es una constante en el libro pues Mo Yan llega al extremo
de ridiculizar a los hombres y enaltecer a las mujeres y ponerlos como una
dualidad, una suavidad, amor y fortaleza femenina más sosegada y tranquila
contra una dureza, virilidad, rudeza y una fortaleza que roza en la brutalidad
del lado masculino.
Además de las penurias y desventuras de la familia Shangguan
también vamos a ir conociendo más aspectos de la cultura china y de su
historia, adelantos tecnológicos, conflictos bélicos (especialmente contra
Japón), cambios políticos, cambios en la sociedad, etc. Puede parecer demasiado
ambicioso querer contar una historia tan larga y completa en un solo libro,
pero créanme que Mo Yan sabe centrarse en lo importante, la historia de la
familia, y complementarla con el panorama histórico y el marco cultura en el
que los personajes se ven envueltos y que nos ayuda a comprender mejor sus
motivaciones y acciones. No es un libro
fácil de leer, es un libro al que hay que ponerle entera atención para
comprenderlo en su totalidad, es un libro que requiere conocer un poco de la
cultura china (o de las culturas de oriente) para comprender que ellos son
totalmente diferentes a nosotros, un lector que sea su primer acercamiento a
estas culturas y a un autor asiático quizás considere este libro excesivamente
pesado y le cueste comprender los capítulos que contienen cierto realismo
mágico (una de las hermanas, creo que la Tercera, es una mujer Hada-Pájaro), no
lo recomendaría para primerizos en este ámbito pero si para lectores más
sumergidos en el universo oriental y que deseen conocer aún más.
En resumen, este libro es una novela que merece ser leída,
saboreada, pensada y atesorada. Una verdadera obra de arte que nos regalan
desde el otro lado del mundo y que es una oda a la mujer, a la fortaleza y
abnegación femenina y un relato tan mágico como cruel y realista. ¡Altamente
recomendable!
Me gusta tu reseña, pero creo que te equivocas cuando dices que Octava Hermana no tiene nombre. Si lo tiene, y es Yunü.
ResponderEliminar