"¡Que todos tus deseos se vuelvan realidad!...¿Maravilloso?"
Autor: Mandy Hubbard
Editorial: Razorbill
Páginas: 272
Precio: $81.22 (En Amazon, idioma inglés)
Sinopsis:
¡Los dulces dieciséis de Kayla McHenry son una mierda! Su
padre se ha ido, sus notas han bajado, y su mejor amiga está saliendo con el
chico al que Kayla ha amado en secreto durante años. Al soplar las velas, Kayla
piensa: Me gustaría que mis deseos de cumpleaños en realidad se hicieran
realidad. Porque los malditos nunca lo hacen.
Kayla se despierta al día siguiente, con un My little Pony
de tamaño natural, y de color rosa brillante fuera de su ventana. Luego, un año
de suministro de chicles llega. Un chico llamado Ken, con un parecido
inquietante con la muñeca del mismo nombre, la acecha. A medida que los
fantasmas de los deseos pasados de Kayla aparecen, la llevan en un viaje
salvaje... pero DEBEN DETENERSE. Porque, ¿cuándo tenía quince años? Deseó que
Ben Mackenzie la besara. Y Ben es el novio de su mejor amiga.
Reseña:
Antes de comenzar Tranceros quiero preguntarles ¿Qué harían
si todos sus deseos de cumpleaños se volvieran realidad? Seguramente muchos
dirán que sería maravilloso, pero piénsenlo un segundo, los deseos que pidieron
a los 7 u 8 años no son los mismos que tienen ahora y peor aún, seguramente
serian bochornosos.
Pues esto es lo que le sucede a la protagonista de este
libro, cuando cumple sus “dulces” dieciséis, pide de deseo que “todos sus
deseos de cumpleaños se vuelvan realidad, porque los malditos jamás lo hacen”,
al día siguiente comienza su pesadilla, un pony rosa, una muñeca viviente, el
muñeco Ken vivito y enamorado son parte de la locura en que se convierte la
vida de Kayla, incluyendo una dotación aparentemente infinita de chicles, y
esta chica no está en su mejor momento, su madre trabaja obsesivamente, su
padre la abandono, su mejor amiga está distanciándose cada día mas y el chico
que le gusta resulta ser el novio de su mejor amiga así, ¿Quién tiene humor
para deseos tan tontos? Sin embargo poco a poco Kayla descubrirá o mejor dijo
re-descubrirá a su niña interna, aquella que pidió todos esos deseos y se dará
cuenta que quizás su vida no es lo que debería ser porque ella no lo ha
permitido.
Este libro es sencillo de leer, rápido y divertido, se van a
reír con cada deseo que se va cumpliendo, pero también tiene su parte tierna y nostálgica,
los personajes (algunos) son entrañables y el final les hará sonreír y dar un
pequeño suspiro por aquel niño interior perdido. Esta novela de una manera
bastante divertida nos da una enseñanza muy linda, el crecer no implica
amargarnos y volvernos cínicos; siempre debemos darnos un tiempo para reír, para
jugar y sobre todo para ser felices, ese
tiempo que necesitamos para desconectarnos del mundo y ser nosotros mismos sin “el
qué dirán” o lo que opinen otros.
Una historia bonita y sencilla, sin más pretensiones que entretener
(cosa que logra totalmente), con personajes, excepto Kayla y Nicole, simpáticos
y con una conclusión algo precipitada pero no por ello menos triste.
Lo califico:
4/5
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